Sucede en la espesura
de la hojarasca
y mi locura
que te veo desnuda
sobre un caballo blanco
soñando junto
a la hermosura
de ese viento estanco.
Tu cuerpo... ¡Ay criatura!
Destaca en mis sentidos
dados al ocio y al vacío
de unos ojos
despiertos
a la razón del concierto
que aún expresan
ternura:
Del sentir en el extremo
de la magia
en maravilla
perseguida por la vida
siempre a cielo abierto
en medio de la alegría
por la que tan bien
suspira
mi corazón en el desierto.
Y mira... Si vivo o muerto
expreso lo que ahora siento
por tu desnudez extrema,
muchacha,
a la luz de este poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario