Vengo del susto inmenso
una noche en que me estreno
de violento salvaje,
y no soy
en el coraje
sino estrella que luce
sincera
la bondad de un sol apenas;
voy de la luz a la sombra
y viceversa
como alma traicionera
que quiere vivir la ruta
del origen de esta tierra.
Soy como soy,
sin credo,
lodo en el misterio
de una puerta que se abre
y se cierra
a pesar de todo.
Quise abrir la ventana
para airear la existencia
y me vi
creyendo en nomos
en medio de una tormenta.
Quise alumbrar el mundo
con mi sola presencia,
ser riachuelo en el valle,
florecer en la esencia
del detalle
que muere solo.
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