De figura incierta
vuela libre Pegaso
a la gruta de los sueños...
Hazte coronar por diadema,
por una lluvia suave
que acaricie tu pelaje
blanco hasta el detalle
de unas crines liadas
y unas a las al viento.
Me sumerjo en tu pensamiento
y eres todo bondad y nobleza:
¡Caballo... dónde queda tu leyenda!
Junto al hada que semeja
ser arrullo de madre
al margen de otras carencias.
Pegaso mío... Mi juguete
de cartón-piedra... Esta tarde
en el juego de niño
te he escrito un poema
para quitarme la venda
de la herida... Para quererte
y darte a comer hierba.
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