Y me veo en el fango,
hundido de existencia,
torpe y pobre,
triste,
con tendencia
al espasmo
de una calle perfumada;
voy en la vida
como un chiste,
de lo mucho a la nada,
deambulando pasajero
entre historias
y palabras
que me arrebatan un te quiero
a la primera mirada.
Sólo azul hoy deseo
en medio de la gente,
ser un breve recreo
al beso que se siente
y disfrutar como un niño
de traviesos paseos
que me lleven a un sol
naciente.
Tengo toda la ternura
para ti,
que ahora me amas
sin escarbar en mi locura,
teniendo fuego
en la llama
y sueño en la travesura.
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