No equivoques el sueño
si quieres subir montañas
que te hagan más pequeño
en el tramo último del alma.
No por pronunciar palabras
vences al murmullo del viento,
si te crees en la cumbre
mira hacia arriba el cielo,
descubrirás otro mundo,
alcanzarás el secreto
de quien nunca sucumbe
la mirada ante el misterio.
Y crecerá siempre el hombre
antes que llegue la derrota,
gratos serán los amaneceres
cual la risa de un idiota
empeñado en ser alegre.
Al final cada gota
encuentra lugar en el barro,
en la tierra no es extraño
acariciar lo negado...
E incluso el gusano
que devora al humano
tiene su sitio en el fango.
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