No quiero sentir el fuego
de una insegura aurora,
no quiero volver la vista
y ver el final
de este mundo;
quiero conocerte ahora,
curiosa y alegre,
hermosa,
columpiando a las caricias
el aroma de las rosas
y crear una nueva
historia.
Que me ves triste
y siente el planeta
en nuestros labios la derrota
del destino esquivo,
la claridad que nos ignora.
Voy a plantar un árbol
en esta tierra
remota,
descubrir el canto del jilguero,
beber el agua
gota a gota,
abrir de secretos
mi diario
y vaciar de gritos
la boca.
¡Por qué este calvario
desnudo entre las rocas
si lo que importa es la meta,
salvar de miserias el planeta...?
Porque hoy es lo que toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario