Quiero seguir la ruta
de los hombres buenos,
contemplar la Luna
en las noches de silencio
y regalar una rosa
a la mujer hermosa
que me tenga en el recuerdo.
Y vivir la vida, el sueño,
en estas calles ociosas
de mi ciudad, Vitoria,
para el asombro ajeno;
que quiero buscar la gloria
de los seres más pequeños
entre las huellas del suelo
y derrotar al pecado
en el embrujo sosegado
de una paz en lo profundo
de la caricia y el beso
para caminar del mundo.
Quiero... Para serte sincero,
enarbolar la bandera de la victoria
del hombre sobre el dinero
en medio de esta historia
que es de luz y de misterio.
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