Me hablaste de la vida,
de despertar
al misterio,
de conocer el amor y la muerte;
me enseñaste la alegría
que existe en el mundo;
y a pesar de mi melancolía
sonreías:
Me diste a saber
de tu entusiasmo,
de tu ilusión por agradar
todo instante,
y aún en el silencio
me diste a conocer
de tus pupilas,
de esa mirada
fulgurante y viva.
Me enseñaste
a tratar a las personas
que más lo necesitan,
a dar cariño
sin pedir recompensas;
me mostraste
una nueva realidad
amparada en el secreto,
y me hablaste de la vida.
Poema sacado del poemario
"Al despertar se tiembla".
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