Canción del mirlo
entre fragancias de amor,
junto al roble que floreció
en primavera... Para soñar
el susurro en los sentidos
ante el llanto primero
de una hembra tierna
que ve el canto del pájaro
como pasión extrema
volando en el aire su pena.
No hay dolor sino beso
cuando asoma el pájaro negro
y se encuentra con su pareja;
no hay dolor y sí caricias
en sus cuerpecitos que semejan
almas breves en un suspiro:
Pareja de pájaros vivos,
clama el espíritu de vida
buscando por esos rincones
el lugar donde surja el nido.
Allí... Entre las ramas de un roble
depositas la lumbre y el cariño
sin que haya acción más noble
al amparo de vuestro destino.
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