viernes, 22 de febrero de 2013

NACÍ CUANDO EL OTOÑO

Nací cuando el otoño
era oscuridad y tinieblas,
entre mercaderes y piratas,
dudosa moral humana.

Nací de madrugada
y temí a las serpientes
agitándose por las paredes
entre luz artificial y las sombras.

No podía dormir sin nanas
y añoraba la claridad del alba
para alejar mis temores...
Miedos que las caricias salvan
mientras suplico al alma
que me devuelva a la mar salada;
al rincón oscuro de las palabras
para respirar un aire puro
antes de nacer en el agua;
para no quedar mudo y seco
de recuerdos que traen la calma.

Es en la quietud de los árboles
aquellos dando sentido a la vida
que me sumerjo en lo grato
de otro poema... Para mirar de frente
y huir de la miseria que se adivina
en los rostros de los presentes
mientras me devora la pena.

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