Tengo dolor y llanto
en un laberinto manso
descubriendo los defectos
que ayer tapaba un manto;
vivo para destapar secretos
escabullido en un remanso
de agonía cruel y espanto;
ya no tengo luz ni reto
donde depositar el sueño,
voy a la sombra inviolable
para escapar de este reino
de monstruos inalterables,
así me hago pequeño
para pasear de incógnito
los recovecos de las calles
cuando pienso en los ausentes,
en sus tumbas de granito,
ya sólo enseñan los dientes
y los huesos como en un rito
de máscaras pero sin dueño
en este mundo maldito.
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