Lugar que no conocí
lejos de ciudades y pueblos,
frontera entre los hombres
y los bonitos recuerdos.
Bosques abriendo
sus manos
al acontecer mundano,
espacio para la leyenda,
misterio de cualquier senda;
hoy te conozco
y siento
la bondad del movimiento
entre las criaturas
que pueblan
tus riachuelos sedientos.
Frondosidad de helechos,
árboles centenarios,
paisaje que roto el silencio
se presta al vagar solitario:
¡Cuánta hermosura
en tu centro!
Pareces pequeña cosa
pero el rubor
va por dentro
hasta divisar una rosa
y acariciar lo contento.
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