domingo, 31 de julio de 2011

VIEJO...

Viejo,
           no me respondas,
cómo mana en la flor
el aroma de la rosa;
que quiero decirte en voz
la luz que surge dichosa
al amparo de la penumbra,
la luz que siempre alumbra
los rincones del amor.

Decirte quiero ahora,
en el sueño de Morfeo,
cómo me alegra la flora
y me acerca al deseo
de ser estrella en las noches,
ave de terciopelo,
justo descubro el cielo.

Y me embargo en la duda
de la quietud más profunda;
ignoro si soy sombra
en tu rostro de sonrisa,
sólo el vuelo de la alondra
me seduce con la brisa
a responder a la aurora.

No hay comentarios: