domingo, 19 de junio de 2011

PODRÍA ABRIRTE LA PUERTA

Podría abrirte la puerta
de mi habitación secreta,
la de tantos recuerdos
                                   infantes
que robé a las noches
de espera
                junto a las estrellas
y al tiempo más delirante;
hacer que sientas la brisa
con una sonrisa
                         en el semblante
y no simules palabras
sino que te embargue la luz
en el refugio del diamante.

Muchacha de alma clara
siento tu aliento confuso
en el arrullo de mi consuelo,
por ello...
                No te prometo el cielo,
sólo la tierra amarga
dispuesta a ser sendero
en el camino del sueño:
Y que columpies tu causa
entre los hombres solitarios,
dibujes el perfil de los labios
cerca del certero beso...
En la mejilla de los sabios.

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