Buscaré otros caminos
en las primaveras grises,
diáfano evocaré al trueno
en medio de otro poema
y desterraré la pena
a la cima de una montaña
donde habitan las brujas
al calor de las sirenas
contemplando los matices,
dibujo, de ésta querida España.
Andaré esos senderos
hollados por los caballeros
de la cruz en el pecho,
y me entregaré al sueño
para demostrar que aún quiero
ser vasallo de este reino
enamorando doncellas
que traen bellos recuerdos
al resplandor de la luna llena,
al amparo de las estrellas,
mientras confieso, cuerdo:
No hay mayor orgullo...
ser parte de esta tierra
donde todavía cantan los grillos.
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