Te partan los deseos
en medio del fracaso
de una vida dirigida
a la senda
de una sirena,
el engranaje
de una máquina
que capa las emociones
escondidas en el aroma
de la maldita arrogancia.
Y vas paso a paso
corrompiendo corazones
que a la postre
te dan pena
cuando la brisa asoma
sin otro sentido
que la herida
de virutas incrustadas
en el cerebro más noble.
Te quitan breve
el espacio,
te aprietan
el anhelo
de ser hombre,,,
Por vez primera
justamente te persigue
el hambre
hasta la fruta prohibida.
Nacemos todos iguales
pero en la luz de los tiempos
no hay cabida para anormales
disfrutando de las caricias.
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