Cuéntame un cuento
sin príncipes ni guerreros
ni princesas bellas;
cuéntame un cuento
a la luz de las velas
como era antes
mirando hacia las estrellas
al más bruto diamante
surgido de la tierra...
Hasta el amor de doncellas
cuéntame un cuento
esta dulce primavera;
que quiero soñar despierto
el suspiro de la diadema
que descansa en tu frente
y depositar en tus labios
mi beso errante, solitario...
Beso que hago presente
antes que me embargue la pena
hallando solo el silencio
de quien se da por dejado
al sonido de una sirena.
Cuéntame un cuento, ahora...
Mujer que hoy me condena.
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