Vacío,
cuánto vacío
descubierto en la palabra,
dices,
y no hay resquicio
para las bocas sedientas
más allá de las gargantas;
quieres conocer la esencia
de la flor
en su fragancia,
pétalos verdes
en formas
desarrollando su encanto,
y juegas
enamorado,
temeroso...
El amor en la rosa;
hay candor hermoso
en el contorno del silencio,
sólo el olor manifiesto
destaca en su envoltorio,
la huella que hoy trastoca
el rumbo de unos ojos tiernos.
Sépalos para el beso
en húmedos labios
de savia y caramelo;
más sépalos
para la sonrisa,
el llanto
y la alegría.
Más sépalos aún
para hacer grato
el retorno a la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario