Vivo en la colina de los locos
bajo el susurro errante del extravío
y sueño el mejor de los mundos
para quienes lloran en desconsuelo
la miseria peinando sus cabellos;
traigo de la nada el todo
para quien quiera saber del tesoro
que descubrí una tarde de paseo
mientras disfrutaba del cielo,
y fue maravilla el misterio.
Que quiero pensar que la Tierra
no es de nadie y es de todos
los que reniegan del abandono
para hacer realidad un poema
alejados de las crueles guerras,
acariciando el manso entorno
de un cuerpo vivo y humano.
Que quiero saber de tus sueños,
cómo se levan en la vida
para contemplar la llama
de una lumbre encendida
cuando nos hacemos pequeños
y derrotamos a la herida
más grande en su extremo.
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