Caes con la lluvia,
en esa gota triste
que asoma al llanto
depositando en el viento
la lágrima del viejo
que ya no puede
caminar solo.
La lluvia es blanca,
humilde en sus trazos
que abarca un entorno
de pena infinita
significando el abandono...
Tanta tristeza que lloro
lo amargo de la existencia
que me pregunto: ¿No hay tesoros
ni misterios en esta tierra
que puedan disipar el dolor
de quien agoniza solo
pero se aferra a la vida
con sus escasas energías
sin pedir mísera limosna?
Ha llovido mucho
ante tus húmedos ojos
y ésta será la última
lluvia antes que la sombra
recoja los despojos
que colecciona la muerte
para la otra vida.
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