Quién tuviera un amigo
cuando descarga la tormenta,
quién... Que se abriera de silencios
en la vorágine de una selva,
y al abrigo de las palabras
te dijera la razón de un sentido
cuando nos devora el cariño
con el amor siempre a cuestas.
No pido imposibles cabriolas
solo aquello en lo que creo...
Quién tuviera un amigo
que no diera bazas al dinero
y sí esperanzas a la vida
cuando herido está el misterio.
Un amigo... Con el que subir la cumbre
y que le gusten las nubes
cuando vuela en el sueño.
Un amigo... Para decir sin retorno
como dicen los niños pequeños...:
Anoche soñé con el coco
pero ahora ya no recuerdo.
Porque la vida es recreo,
un juego entre infantes,
y al amigo lo encontré
en un cruce de senderos.
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