Irá hundiéndose en el fuego manso
alterados los ciclos
de nuevo al cielo
atisbando sonrisas ingratas
que le arrancarán nubes de agua
menos el iris
y pronto la memoria.
No sabrá
el árbol de la hiedra
soplará un viento nieve
un aire frío los huesos
calará toda tortura mundana
incluso en el sueño de la piedra.
Poema publicado en la revista "Amilamia" nº 5.
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