Hubo un tiempo en que vivía
del fruto prohibido de la vida
mezclándome entre la gente,
columpiándome en la nube
con la fragancia de los ausentes,
comenzando a ser juguete
en el desarrollo del día
mientras pateaba calles y bares,
escaparates que se encendían
y pensiones de mala muerte.
Hubo un tiempo de duda
en que el juego era la burla
con los personajes de la tarde,
un tiempo inconsciente
donde devolvía de repente
el paso hacia el lado cobarde
y me envolvía como un regalo
para disimular el semblante.
Hubo un tiempo de mentira
en que se detenía el tiempo,
a veces, lo recuerdo contento
pero era como inmolarse en una pira
dejando aparcado el sentimiento
y la razón en un descampado
de lluvia, barro y viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario