domingo, 15 de julio de 2012

LLUVIA QUE LLEVA EL LLANTO

Lluvia que lleva el llanto
de tantos poetas muertos,
lluvia tras un muro
ciego ante el espanto
de esos personajes puros
que dan todo por seguro,
incluso la bondad del mundo.

Me deshago de mis miedos,
luego, busco consuelo
en los versos, cual si mujer
buscando en un futuro
próximo largas noches
en que dibujar el destino.

El destino está en el verbo,
sin palabra no hay verso
y mucho menos hollar el cielo
en décimas de segundo:
Quise cambiar el mundo,
la realidad cambió mi suerte
y sé bien que para ser libre
no hay que sucumbir a la muerte
sino seguir el camino
junto al mandamiento divino
siendo en sí uno mismo.

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