lunes, 20 de febrero de 2012

DISTANCIA QUE LLEGA ESCASA



Distancia que llega escasa
al horizonte
                   del verso,
obsérvame en la derrota
de los corazones lesos
ahora que de la fuente
                                   brota
el agua del silencio.

Que no distingo la mar
ni el llanto en su espesura,
no soy fuego
                     en la esquina
ni calma en la cordura;
quiero contemplar el canto
del jilguero cuando me mira,
y ser parte del aire...
de cualquier pájaro que vuela.

Y ver... Ver... Ver...
                                Sólo la estrella
despejada en mi rostro,
alumbrando pues mi cara
para disponer del tesoro
anunciado por las hadas
entre susurros de una corriente
que la vida siempre aclara;
y en la noche poblada
ver la estrella
                     en su brillo
sin esperar luego nada.















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