Llévame de la mano
al rincón de los misterios
y se haga larga la espera
antes de sucumbir al sueño;
haz grata mi instancia
donde concibo el paraíso,
en ese montón de libros
anuncio de aventuras varias
y me pueda la nostalgia
pasando hojas inciertas
en un arrebato de delirio
mismamente me confieso.
Surge de hecho el beso
sobre las brasas del martirio
entreabiertas las puertas
por donde fluye el espíritu
camino a la luz serena
del relámpago bendito.
Pero procura bien al alma
en ese espacio de bruma
en que la ansía oscura
protege a las criaturas
del cartel de los malditos
bajo la prosa del rito
naciendo la nueva aurora.
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