Mírame con ojos azules,
hazme hueco en tu mirada,
y que surja de la nada
el amor y la esperanza.
Muchacha de prieta piel
búscame con una treta
al ansia de los labios,
quiéreme como paloma
en el cielo de tu vuelo,
se haga entonces caramelo
el largo suspiro de un beso.
Espacio lo poco que me queda
para ver en ti la primavera,
la alegría que se diagnóstica
en tu cara cada día,
llevándote a la caricia errante
de unos dedos que pululan
por mi cuerpo cual diamantes
dibujando maravillas,
el color del barro... Mi herida.
Quiéreme en el presente todavía
aunque la distancia nos separe.
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