Estoy tan loco
o más,
que aquel caballero andante
enamorando doncellas,
sumido en mil peleas
con Sancho
su escudero.
Aun quedan
entuertos
que curar en mentes enfermas,
rehacer la hacienda
en pobre tierra yerma,
y derrotar al pecado
tras las aguas primeras;
que digan ¡ya está sano!
volviendo de nuevo al pasado
para próximas primaveras.
Que digan ¡ya es humano!
Lejos quedan los monstruos
de leyendas y quimeras.
Que embarque en otros puertos
y me encanten las sirenas
mientras rompo las cadenas
que en silencio me condenan
dándome entonces por muerto.
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