Roto el silencio hablo
de batallas perdidas
en medio de la pesadilla
que me destroza el sueño;
quiero creer en los hombres
pero ya nada me responde
a la existencia humana.
Creí nacer una mañana
lejos de guerras y contiendas,
ser criatura extrema
al borde de ningún dilema,
pero me clavaron las riendas
de una vida ufana y yerma.
Quién pudiera escapar
de los peligros que acechan
en éste o en otro portal
y dan razón a la esencia.
Mi llanto se viste de canto
cuando no hay más que decir
al refugio de la muerte.
Quisiera estar ausente
en la agonía vital,
tener tu rostro presente
para morir con alegría.
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