SIGO PENSANDO EN LA MONTAÑA

Sigo pensando en la montaña
que se alza desnuda a lo lejos,
acariciada por las nubes
dibujando figuras en el cielo;
me encantan el verde valle,
los menudos riachuelos
de aguas cristalinas,
y el bosque
                  con sus hayas,
robles, castaños y brezos;
e imagino un paraje de hadas,
de nomos, lobos y otros sueños,
entre leyendas que cotejan
en el brillo de sus luces
las palabras de los viejos;
me encanta
                  aún en el invierno
recorrer driblando piedras,
entre huellas...
                       los senderos,
y gritar cuando estoy solo
para que mi voz
                          se la lleve el viento
a las puertas del misterio
donde el aroma se hace eco
de criaturas inhumanas
en el mayor de los secretos.