TABOH

   Su nombre era Taboh.

   Taboh debía estar de visita en aquel lugar. No recordaba nada anterior y no sabía si estaba vivo o muerto... Meditaba en silencio buscando alguna respuesta a sus innumerables dudas, y pronto aspiró profundamente el ambiente viciado del recinto cerrado avanzando a su derecha donde había creído  distinguir un extraño reflejo luminoso que al volver de nuevo la vista ya no lo encontraba.

   No existía sonido alguno, el silencio era el silencio del cosmos, y en sus pensamientos sentía como una voz lejana: "Sigue, sigue", parecía decirle aquella desconcertante voz. "Ven, acércate", distinguía después.

   En Taboh no había miedo cuando de pronto apareció un haz luminoso ante él en forma de puerta. La luz salía de allí sin mezclarse con la penumbra del recinto. La luz era aquella forma, y el interior era luz que cejaba los ojos del pequeño Taboh.

   De nuevo las dudas del pequeño Taboh comenzaron a ser magnánimes, no era él quien decidía atravesar semejante umbral. Una fuerza invisible le llevaba, le atraía a la luz y cuando quiso darse cuenta flotaba en un mar, y un viento huracanado le elevó por los aires. En realidad era un soplo bastante débil para un ser humano normal, casi indistinguible, pero para el diminuto Taboh suponía un arrebato agradable ante el placer sentido mientras flotaba entre los mimos del suave líquido.

   Taboh pensaba sobre su corto pasado cuando el soplo cesó y quedó aislado y cercado por un llanto que enseguida acabó. No sabía Taboh del llanto pero se estremeció cuando le llegaron aquellos desagradables sonidos. Y entonces, una voz se destacó hermosa cuando el silencio volvió, y el pequeño ser se estremeció de alegría; la voz procedía de él, podía romper su alrededor con sus palabras. Y la voz era la identidad de su nombre.

   Su nombre era Taboh, y creyó que alguien lloraba por él, que ese alguien esperaba algo de él, y entonces las primeras lágrimas resbalaron por las mejillas sonrosadas del pequeño.

   Y el pequeño ser se vio inundado de un infinito amor cósmico cuando oyó un trueno:
    "TU NOMBRE ES TABOH; AHORA ERES TÚ".