Que nace en la noche
y en el día también
la caricia sublime
de los cisnes
del mar.
Y breve pero pronto
responden
al silencio,
al rostro más extraño,
columpiándose en el beso.
Cisnes de blancas plumas
y corazón
hermoso,
por vuestras vidas los años
no pasan
como en nosotros:
¿Cuál es el primer sueño
despierto en ese gozo
de criaturas divinas
impregnando lo glorioso?
Sueño como de estrellas
inmersas
en las primaveras
de los poetas solos;
hoy que abrís los ojos
decidme
si el mundo es bello
nadando entre las aguas
al margen de los destellos
y el canto de las sirenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario