jueves, 27 de febrero de 2014

HE SABIDO SEPARAR

He sabido separar
las aguas de este lago,
he mirado el cielo azul
y contemplado en falso
las nubes en su deleite
de figuras lejos del barro:
También allí, Rosario,
mece la cuna el mago
en el embrujo de la tarde
provisto de semblante manso
ante la magia de la palabra:
No hay más leña
que la que arde...
y tú, ansiosa de vida,
acaparaste la lumbre
bajo el frío invierno
cuando no la llama
dando cobijo al alma
en esta vieja cabaña
que habito mientras duermo.

Me ofreciste la esperanza,
me entregaste, diamante en bruto,
un susurro para cuando el luto
tuviera en desgracia su mancha.

No hay comentarios: