miércoles, 9 de enero de 2013

NUNCA LLORES CUANDO LA LLUVIA

Nunca llores cuando la lluvia
moje tus mejillas blancas,
no te abandones al llanto
aunque la miseria estalle
en el umbral de una choza;
responde con fuerza al lamento
que no es otra sino la esperanza
de ver brotar en los labios
la sonrisa... Manifiesto amargo.

Que de la sombra veas el detalle
en las gentes... y sus bocas
sean algarabía alegre suave
de quien enciende una estrella
en el cielo y mira seguro
las luces breves del firmamento.

Cuando cruces las calles
habrá un respiro vital
ante la persona que aún duda
en su quietud el camino
y abre el corazón al viento
para enterrar la semilla
de su inmensa ternura
en medio de un campo yermo...
Hasta que brote la espiga del trigo
y luzcan firmes los sentimientos.

No hay comentarios: