viernes, 22 de julio de 2016

¡Ay! MI LAMENTO GRAVE




¡Ay! Mi lamento grave

Dónde brota la flora
junto al agua del valle,
río que canta y llora
en el suspiro de la tarde:
El paso de las aves,
ese recuerdo breve
que atrapa los sentidos
en la quietud de un nido,
en el capricho sin alardes.

Tanto buscar animales
entre silencios de atardeceres
me encontré a la alondra
volando con su sombra
al gusto por los placeres,
allí, donde un jardinero
había plantado claveles
y crujía la luz del cielo.

Era el grito verdadero
con que mirarnos a los ojos
y simular "te quieros"
a la vista del antojo
por querer ser los primeros
que vieran aquel destello.










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