miércoles, 9 de octubre de 2013

A MARIANO IÑIGO (Poeta).

Nadie pasa de largo por la vida
si cree en otro mundo...
En el hombre desnudo
allí donde luce la luz.

Porque se puede ser poeta de la calle,
maldito a los ojos cobardes
mientras se ama al simple mortal...

Vagabundo de rostro
con el surco de las tardes
acaricia el viento tu semblante
entre sombras pasajeras
al suspiro de algunos bares.

La llama siempre de un poema
corre por esas venas
al amparo de las estrellas
palpitando en las noches.
Recoge mientras cartones
en suprema soledad...
También a mí me gusta la libertad
allá donde brota el silencio
cuando necios de ciudad
dormitan la oscuridad plena
sin la lectura de un verso.

En esta vida de penuria
hay que arriesgar la suerte
dando alas al destino,
presentarse en el camino
con la quietud del ausente
como hace un peregrino.

No hay comentarios: