Feliz te veo esta noche,
entusiasmado en un futuro
de espíritus libres y puros
encaramados a la luz,
obsesionados en el orgullo
mientras adivino el tuyo
soñando con lo simple.
Hay está el regalo,
deambular en un estado
de clarividencia y simpleza
sin mezclar en el espacio
las sombras en su rutina;
no serán ya las retinas
las que detengan el movimiento,
justamente irán más lentas,
despacio en el gran vacío,
enarbolando al viento
la bandera de la libertad
y el saber de la muerte
mismamente acontece el duelo,
tomando luego el veneno
que nos marque por señal.
Poesía y relatos cortos donde priman los sentimientos y las emociones; donde palabra y verso son juguete y juego.
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lunes, 2 de junio de 2014
martes, 1 de abril de 2014
DIÁLOGO DE MONOS
"Claro que está todo dicho, Eugenio. No hacemos sino repetirnos, hasta tu perro guagua de noche...
..........
...De acuerdo, que sea para bien. Pero, déjame que te sorprenda al menos con un pastel de chocolate y huevos.
..........
Siempre rechazas mis pasteles. No todos los días sale uno de la ducha tan alegre y dispuesto. Mojado, sí, pero fresquito.
..........
Te parezco un rebelde mexicano ¿eh? Con el bochorno se me subleva hasta el bigote, y no hablemos de las orejas. En estos momentos sería capaz de enchufarme a cualquier corriente.
..........
¿Voltaje...? Entiende. No te pierdas por cerros... Un buen partido que conecte; no importa el canal...
..........
Al fin de cuentas las únicas verdades son las verdades a medias, incluso las mías.
..........
¿Qué no paro de decir sandeces? Será mi sino. No te creí tan corto para semejantes apreciaciones. Tienes razón, quienes tienen demasiada cuerda son unos pesados. Por suerte, no es tu caso, ni tampoco el mío. Todavía no me he puesto nostálgico. Es evidente. Acaso sea gracias a la vecina de enfrente, con esas formas cualquiera... ¿eeehhh?
..........
Perdona, no ha sido mi intención. Ja, era broma. Estamos en un país libre, no creo que a tu mujer le moleste...
..........
Es cierto, conozco poco a tu mujer. De todas formas, ya habrá tiempo. Y, por favor, no me confundas con esos poetas que expelen un tufo inaguantable en sus odas a la Luna. No me gusta el goteo de grifos, todavía menos las agonías a chorro...
..........
¿Qué tu esposa gusta de leer demasiada poesía?
..........
Déjala, hombre. No creo que ello la afecte a peor. Oye, pero si desconfías, vigílala, no vaya a ser que haya lío con el librero.
..........
¡Toma! Por menos cayó...
..........
Espera, no te vayas... ¿No habrás creído...? Si todo son vanas conjeturas.
..........
Entonces, lleva a tu mujer este libro que me prestó ayer. Y cuando quiera, se pase por aquí, voy a escribir mi primer poema a la Luna.
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...De acuerdo, que sea para bien. Pero, déjame que te sorprenda al menos con un pastel de chocolate y huevos.
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Siempre rechazas mis pasteles. No todos los días sale uno de la ducha tan alegre y dispuesto. Mojado, sí, pero fresquito.
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Te parezco un rebelde mexicano ¿eh? Con el bochorno se me subleva hasta el bigote, y no hablemos de las orejas. En estos momentos sería capaz de enchufarme a cualquier corriente.
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¿Voltaje...? Entiende. No te pierdas por cerros... Un buen partido que conecte; no importa el canal...
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Al fin de cuentas las únicas verdades son las verdades a medias, incluso las mías.
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¿Qué no paro de decir sandeces? Será mi sino. No te creí tan corto para semejantes apreciaciones. Tienes razón, quienes tienen demasiada cuerda son unos pesados. Por suerte, no es tu caso, ni tampoco el mío. Todavía no me he puesto nostálgico. Es evidente. Acaso sea gracias a la vecina de enfrente, con esas formas cualquiera... ¿eeehhh?
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Perdona, no ha sido mi intención. Ja, era broma. Estamos en un país libre, no creo que a tu mujer le moleste...
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Es cierto, conozco poco a tu mujer. De todas formas, ya habrá tiempo. Y, por favor, no me confundas con esos poetas que expelen un tufo inaguantable en sus odas a la Luna. No me gusta el goteo de grifos, todavía menos las agonías a chorro...
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¿Qué tu esposa gusta de leer demasiada poesía?
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Déjala, hombre. No creo que ello la afecte a peor. Oye, pero si desconfías, vigílala, no vaya a ser que haya lío con el librero.
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¡Toma! Por menos cayó...
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Espera, no te vayas... ¿No habrás creído...? Si todo son vanas conjeturas.
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Entonces, lleva a tu mujer este libro que me prestó ayer. Y cuando quiera, se pase por aquí, voy a escribir mi primer poema a la Luna.
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