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jueves, 14 de julio de 2016

SIENTO EN LA NOCHE CLARA EL RECUERDO




Siento en la noche clara el recuerdo
de las palabras aquellas
                                       dichas por los cuerdos
en el monte Gorbea
                                 bajo el cielo,
cuando la visión de las estrellas
transmitían calma
                              y escribí este poema
para deshacerme libre
                                    de las cadenas
que en  mi condición humana
                                                 arrastraba
en medio de la soledad mundana
semejando la pena de una condena
por haber nacido
                            una triste mañana.

Del refugio leve como infante
solo queda aquel roble
                                     triunfante
en mitad del jardín
                                de la miseria;
crecí robusto entre la hojarasca
en un pueblo de gente seria
jugando a las chapas
                                  y a la rayuela
donde cada año por primavera
esparcía por las calles
                                    su fiesta
y subíamos en romería una montaña
entre el agradable aroma a lavanda
y la elegante presencia
                                      de la espadaña
junto a un río de aguas abiertas.

Allí,
         se abrían entonces las puertas
al amigo,
                a las personas sedientas.

miércoles, 13 de julio de 2016

ENCUENTRO VACÍO EL MOMENTO




Encuentro vacío el momento
para decirte lo que pienso,
me enfrasco en la duda
de mi suprema soledad
y noto como brota
la lágrima
                 por tus pupilas;
a veces ignoro cómo eres
de verte tan alegre,
imagino que el llanto
te deja indiferente,
pero también lloras
aunque lo hagas
                           a solas
sin dar a conocer
                            tus sentimientos.

Quieres agradar al mundo,
mas el dolor va por dentro
como gusano que perdura
en el ánimo
                    más profundo.
Tienes la savia viva
de hiedra que se agarra
a la piedra
                  y al arrullo;
tienes presente el orgullo
de una dulce caracola,
pero a la postre...
                             Aún lloras.

viernes, 22 de junio de 2012

¿PIERDO SI NIEGO LA VIDA?

¿Pierdo si niego la vida?

Qué es de mi existencia
si transcurre en la indiferencia
del paseo a cualquier matiz.

Si en el paso por rincones
voy llorando en la pena,
disimulo
              que me condena
a disfrazar emociones,
viviendo un sin vivir.

Si no hay alegría
                          en mi cara,
me despojo de cosas raras
yendo al rastro que marchita
depositando en las citas
un ramo de flores
                            malditas.

Que quiero ser lumbre,
                                     fulgor,
resplandecer en la lluvia,
tener en rostro otro color
que no el pálido
                         y enfermizo
augurio de un mal mayor.

Que quiero sentir el fuego
acaso insinuante
                          de un hechizo
y conocer sobrado el amor
de una mujer,
                      desde los inicios.