sábado, 22 de diciembre de 2012

EL TIC-TAC DEL RELOJ

El tic-tac del reloj
empequeñece mi sonrisa,
lentamente pasa el tiempo
y no veo la luz solar
acariciar mi oscuro lamento;
tengo miedo de no ser
sino presa del susto
que se adivina tras la ventana,
condenado de mirar al día
antes de despertar al mundo.

En mi diáfana soledad
sólo busco tu compañía,
ser claridad ante el caos
que en mi vida se columpia
desprovisto de simples alas
haciéndome volar al lodo.

Si tú quieres, tesoro,
hago de la palabra verso,
dispongo entonces del secreto
para deshacer la melancolía
que viste la luna llena,
procurando adormecer la noche
y que en ti todo sea alegría
además del sueño.

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